miércoles, 14 de septiembre de 2011

¿Qué es el bullying?

El bullying es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
En el bullying se puede distinguir al agresor, a la víctima y a los espectadores u observadores. A continuación se describen las características de cada tipo de participante.



Agresor o Acosador: Suelen ser fuertes físicamente, impulsivos, dominantes, con conductas antisociales y poco empáticos con sus víctimas. Se pueden distinguir tres tipos de acosadores:
Acosador intelectual: Es aquel que con buenas habilidades sociales y popularidad en el grupo, es capaz de organizar o manipular a otros para que cumplan sus órdenes
Acosador.

Acosador poco inteligente: Es aquel que manifiesta un comportamiento antisocial y que intimida y acosa a otros directamente, a veces como reflejo de su falta de autoestima y de confianza en sí mismo.
Acosador victima: Es aquel que acosa a compañeros más jóvenes que él y es a la vez acosado por chicos mayores o incluso es víctima en su propia casa.


La Victima:
Suelen ser niños tímidos, inseguros, mantienen una excesiva protección de los padres, menos fuertes físicamente, etc. Existen dos tipos de víctima:
 Victima pasiva: Suele ser débil físicamente e insegura, por lo que resulta un objetivo fácil para el acosador. Otras características de las víctimas pasivas serían: escasa autoestima, ausencia de amigos, depresión, aunque algunos de estos rasgos podrían ser consecuencia del acoso.
Víctima.
 Victima provocadora: Suele tener un comportamiento molesto e irritante para los demás . En ocasiones, sus iguales les provocan para que reaccionen de manera inapropiada, por lo que el acoso posterior que sufren podría llegar a parecer justificado.
Espectador: Hay cuatro tipo de espectadores.
 Activos: Ayudan al agresor.
Pasivos: Refuerzan indirectamente al agresor, como por ejemplo, dando muestras de atención, sonriendo, asintiendo, etc;
Prosociales: Ayudan a la víctima .
Espectadores puros: No hacen nada, pero observan la situación.
Espectadores alrededor de la pelea.
El papel que desempeña el observador está bastante menos estudiado que el de agresor o víctima, pero se sabe que aun sin una activa implicación, se produce un efecto que cómo poco, puede insensibilizar hacia la violencia y puede inhibir y retraer respuestas solidarias, efectos nada buscados entre los objetivos del centro escolar, ni entre los objetivos de educación familiar, y por supuesto, absolutamente indeseable para la prevención y afrontamiento de la violencia escolar. Pepler y Craig observaron durante los recreos a alumnos de 6 a 12 años. Según sus observaciones, aproximadamente una mitad de ellos estaban implicados como participantes activos, y la otra mitad se repartía entre alumnos “neutrales” y alumnos que “se sentían mal” al ver pelear a los compañeros.
Consecuencias del Bullying
En las víctimas se encuentra el deterioro de la autoestima, ansiedad, depresión, fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en general.

En los agresores las conductas de acoso pueden repetirse y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el consiguiente riesgo de llegar hacia conductas delictivas, incluyendo violencia doméstica y de género.

Los espectadores corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia en su entorno. Cómo enfrentar la intimidación y maltrato entre alumnos. Los chicos y chicas deben saber que tienen derecho a su integridad física y psicológica y que nadie puede abusar de ellos ni física, ni psicológicamente, ni sexualmente. Deben conocer que actitudes y conductas son perjudiciales en sus relaciones con los iguales y las personas adultas.
En las aulas de Secundaria, más de un 70 % de alumnos conoce los casos de maltrato.
En el contexto escolar, las oportunidades de observar agresiones (y también de recibirlas y de ser reforzado por los iguales) son mayores en el recreo que en las aulas.

¿Cómo prevenirlo?

Los maestros/profesores del colegio:

  • Primero: deben estar informados y alertas:
Si un profesor observa un caso de intimidación en el aula, debe intervenir inmediatamente para impedirlo, luego debe reportar el incidente e informar a la dirección del establecimiento para que se analicen los hechos, se establezcan las causas y se busque una solución que permita evitar que la situación vuelva a ocurrir. Segùn la Asociación Americana de Psicología (APA) no es recomendable realizar una reunión conjunta con el acosador y el acosado, pues sería vergonzoso e intimidaría enormemente al estudiante que ha sido objeto del abuso.
  • Segundo: Hacer participar a los padres, apoderados y alumnos:
Es necesario hacer participar la comunidad educativa en la generación de una estrategia que permita prevenir o intervenir las situaciones de acoso. Aquello porque los alumnos están viviendo a diario las distintas situaciones que ocurren en el colegio. y porque los padres, profesores, profesionales, paradocentes y auxiliares son apoyos fundamentales para la detección de situaciones de acoso y son quienes interactúan a diario con los alumnos ofreciéndoles a través de su propio comportamiento modelos de acción o de resolución de conflictos.
  • Tercero: Crear expectativas positivas con respecto al comportamiento de estudiantes y adultos.
Se sugiere redactar documentos donde se especifique explícitamente qué se entiende por acoso escolar, por qué la institución lo rechaza y cuáles son los procedimientos ha realizar en situaciones de acoso escolar.

Padres

  • Es fundamental estar atentos al comportamiento diario de sus hijos, observar si han habido cambios últimamente e indagar por las causas de aquello.
 Si descubre que su hijo es objeto de acoso usted debe conocer con detalle lo que ha pasado y de qué forma ocurre con el fin de poder evaluar el grado de daño de su hijo y las medidas a tomar al interior de la escuela. Es importante no tomar represalias contra los acosadores sino buscar soluciones en torno a las condiciones que posibilitan el surgimiento del acoso escolar en la institución.
  • Enséñele a su hijo a hacerle frente al acoso o a la intimidación sin exponerse a ser maltratado físicamente ni derrotado en una pelea.
Practique en casa para que su hijo aprenda a ignorar al acosador y/o crear estrategias enérgicas a fin de manejar la situación. Ayude a su hijo en la identificación de maestros y amigos que pudieran ayudarlo en caso de ser víctima de intimidación.
  • Manténganse informados, tanto usted como sus hijos, acerca del acoso cibernético, e incúlqueles a sus hijos que no deben responder mensajes amenazadores, ni tampoco reenviarlos.
Trate de que la computadora familiar sea la única que usen sus hijos, y colóquela en un sitio de la casa donde esté visible y pueda ser supervisada. Si decide darle a su hijo un teléfono celular, analice con cuidado antes de permitirle que use la opción de cámara. Asegúrese que tenga claro cual es el uso adecuado de aquello.
  • En caso de existir evidencias de acoso:
  • Consulte a un psicólogo para evaluar la necesidad de apoyo
  • Comuníquese con la escuela y guarde registro de sus comunicaciones (por escrito) con el colegio.
  • Fíjese un plazo adecuado de espero después del cual presentará los antecedentes a instancias superiores.

Estrategias de prevención:

  Hable con sus hijos acerca del acoso escolar. Es posible que su hijo esté confrontando problemas para comprender los signos sociales, e ignore el daño que está haciendo. Recuérdele a su hijo que intimidar a otros puede acarrear consecuencias legales.

  Esté atento a la autoestima de su hijo/a; es importante que tenga una autoestima positiva para su desarrollo global en sus diferentes etapas de crecimiento.

Alumnos:

  • Si un alumno es víctima de acoso escolar, debe hablar con un adulto de confianza y contarle lo sucedido. Los niños o jóvenes/adolescentes deben recordar que el acoso escolar es inaceptable, y que debe ser resuelto por un adulto.
  • Es importante estar siempre acompañado y evitar lugares solitarios o desprotegidos. Si conoce a algún alumno o grupo de alumno que sean matones es importante evitar el contacto y estar siempre acompañados en los momentos de interacción con estas personas.

Bibliografía:

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